viernes, 30 de noviembre de 2007

"No dono mis órganos porque entonces no reencarno"

Fue la opinión de una pendeja acerca de la donación de órganos. Hay quien cree en la reencarnación, en alguna religión, en el Poder, en el dinero, en el arte, en la excelencia, en el orgullo, en sí mismos -ahora éso está de moda-, en el esoterismo, en el Código DaVinci o Carlos Cuauhtémoc Sánchez,; o tal vez en buena literatura; en Nietzche, en el Peje, en RBD o en Panda, en Nirvana si se tiene más clase, y un largo etcétera. ¿Y tú cómo intentas llenar tu vacío? Porque al fin y al cabo todo es éso: llenar nuestro eterno vacío. La neta: los únicos seres no vacíos son los animales, de ahí en fuera, todo ser humano está vacío. Alguna vez un pretendiente me dijo: "¿No crees que el ser humano está tan vacío que por eso inventa algo llamado corazón, a donde guarda sus sentimientos?"- En ese momento yo todavía tenía muchas esperanzas e ilusiones y por ello no le creí. Pero me doy cuenta que es la verdad. Todo lo que hacemos y en todo lo que creemos son ladrillos con los pretendemos rellenar el enorme hueco que es nuestra vida. Y pensamos que lo conseguimos, pero no es cierto: el vacío existe desde el día en que nacemos hasta que al fin la vida deja de torturárnos, va creciendo en el intervalo de estos dos tiempos hasta convertirse en hoyo negro. Claro que si se nace en el centro de África, en la sierra de Guerrero, o en la alcantarilla el hambre por sí sola ya es el hoyo negro de esas vidas intrascendentes. Por otro lado, el capitalismo acrescenta el vacío con el consumismo, mas el socialismo lo convierte en seguida en agujero con la miseria. Entonces, ¿para dónde hacerse si todo es una mierda? Hasta el planeta ya tiene un hoyo en la capa de ozono. Las buenas acciones no son intrínsecas al ser humano. Nuestro hobbie favorito es destruirnos los unos a los otros y pedir piedad cuando ya nos aguantamos; es entonces cuándo sí pretendemos ser buenos. Como pueden ver la morfina ha dejado de surtir efecto y la bestia despertó del coma. Negocio con ella para que no me mande a una tonta depresión ni mande al diablo a nadie. Pero la verdad ya no quiero dormirla, porque hacerlo es cubrir mi vacío pretendiendo que todo está bien cuando mi vida siempre ha estado, está y seguirá siendo una mierda. De seguro la tuya también, aunque no lo reconozcas. En fin, mientras no tenga el valor de suicidarme (estoy tan vacía que ni el valor de éso tengo) o por fin me muera de cualquier manera, supongo que tendré que seguir disfrazándome de seudo buena gente, de inteligente, de responsable, para así ser el albañil que rellena con los ladrillos de la literatura, el periodismo, la fotografía, la comida, la lujuria, la ilusión del amor, el blog, los amigos, mi madre y mis perros, las fiestas (inviténme a una), el alcohol, las drogas (muero por probarlas, inviten no sean gachos, está bien que me veo ñoña pero no es pa' tanto), los ligues pasajeros y los amigos cariñosos, está miserable vida. Y si es cierto lo que pendeja dijo, pues yo dono hasta mi conciencia, porque suficiente chinga ha sido una vida como para repetir la hazaña.

domingo, 25 de noviembre de 2007

Reivindicación a Oscar

¿No me odias, dices? Esa afirmación consuela mi vida; parte de mi camino de piedras, baches, tierra y a veces minas. Una pequeña parte de ese camino se aplana con tu perdón, te lo agradezco. Aunque ahora he de comenzar de nuevo. No importa. ¿Dónde han estado todo este tiempo las conversaciones sin fin? ¿Acaso los buenos recuerdos le cedieron su lugar a la sombra de mi ezquizofrenia? Supongo que eso fue. Mi bipolaridad a veces me lleva a extremos muy drásticos, como la injusticia que cometí contigo. ¿Tú que culpa tienes de mis manías, de mi vida vacía y aburrida? Ninguna, al contrario, de ti sólo guardo buenas experiencias, que me han hecho crecer en algún aspecto, que me han llenado de alguna forma, o de muchas. Es difícil conocer verdaderamente a la gente en grupo, o al menos lo es para mí. Pero conocerte sólo a ti, fue genial. Las conversaciones sin fin siempre fueron lo mejor. Es lo mejor de la vida, ¿podría llamarse vida si no existieran? Sólo que hay temporadas en que la bestia que lleva mi nombre despierta y le gusta destruirlo todo en su afán de sentirse importante. Y todo se va al diablo. Luego se vuelve a dormir, entonces sólo me acompaña la soledad, que pone a la almohada com hombro, pero luego me lo quita y no tengo a dónde llorar. Peor preferí no llorar, no esta vez, mejor asumir y enfrentar, y fue lo que hice. Y sabes, he pagado mi pecado: se fueron las conversaciones sin fin y tu sonrisa. El daño está saldado. Ahora es otro tiempo, otro momento. A la bestia la acabo de poner en coma, ya está apunto de entrar a estado vegetativo. No pude morir porque entonces tendría que morir yo, pero puede dormir el resto de mi vida. Sólo debo inyectarle su morfina de serenidad, elocuencia, paciencia, alegría, razón y voluntad. Una dosis diaria bastara. Tengo unos meses haciéndolo, y los doctores de mi conciencia me han dicho que mayores dosis y no volvera a despertar. Así ya no estorbándome sólo yo tengo las riendas de mi vida, y quiero que estés allí. Yo también quiero estar en la tuya. Sólo las amistades verdaderas te ayudan a cargar el peso de tu existencia. Yo te ayudo con algunos kilos, o toneladas, no importa lo que me quieras confiar. Y mi hombro será el pañuelo de tus lágrimas. Y espero que sepas que los mejores tiempo de las conversaciones eternas aún no llegan. Gracias por todo Oscar, no estoy dispuesta a volvera perder tu amistad. Te quiero mucho. Gracias por ser un gran personaje en la novela de mi vida. Y yo interpretaré el papel que me digas en el libreto de la tuya.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Añoranzas

Amigos del pasado que regresan, ¿será que mi vida puede regresar con ellos? ¿acaso mi infancia se fue junto con ellos? ¿O es que yo me perdí sola? ¿Me perdí o me encontré? ¿Qué encontré? Tal vez muchos mundos paralelos, gente, seudoamigos, amigos verdaderos, enemigos, desilusiones, sueños y anhelos. Esta costumbre de escribir preguntando. ¿Qué pregunto? ¿Quién contesta? Inspiración: sólo regresa a mí para volver a escribir poemas. ¡Daniel demente, dónde estás?! Quiero gritar. Chica de nombre prohibido de pronunicar, estás precisa, te lo digo en un murmullo. Heller te adoro. sin ti mi vida no tendr{ia sentido. Gemelas Adriana e Iliana (Iliana y Adriana jajaja) de niñas me sentía su trilliza y era un honor. Ahora lo vuelve a ser. David, tu también fuiste mi mejor amigo de la infancia, espero que lo seas ahora de adultez y vejez. Karen una gran amiga de la primaria que nunca me dejó sola. Testigo de mi incomprensible pubertad. Sexy, eres de las amigas de las que he aprendido más cosas. Mariana sin tu madurez mi vida se hubiera ido por la borda. Itzel, gracias por tu elocuencia, serenidad pero sobretodo por aguantarme. Oscar, sé que la cagué y nuevamente te ofrezco disculpas. Sólo quiero ser tu amiga. Ernesto, eramos un gran trío, y aunque la vida pasa, los verdaderos amigos siempre regresan (sino preguntale a las gemelas, Karen, David y la Sexy). Lalo, gracias por no dejarme nunca. Uri, tus palabras son muy linda, pero por favor, no le vuelvas a dar sobresaltos a mi ego (ni a mi corazón). Ulises te admiro más de lo que imaginas. Iván, claro que te quiero, no lo dudes un instante, ni yo me conozco. Chucho... es tan difícil definirte con palabras, al menos para mí que las metaforas no están de mi lado. Sólo puedo decierte que admiro mucho al gran escritor que eres, y adoro a ese ser humano tan puro, tan lindo, tan sensible; a ese niño que pide amor todo el tiempo y que yo quiero dárselo. Te adoloro Chucho. Charly, Carlitos, Carlos, mi vecinito, después de Metallica serás historia. Gracias chiquito or ser tan lindo. Misael, amigos como tú son los que valen la pena. Gracias por tu amistad, te quiero mucho. Y a todos, aun los que no incluidos, los valoro y aprecio mucho. No tengo ahora palabras definir lo que siento por cada uno de ustedes, pero sepan que a todos los llevo en mi corazón. Gracias por transformar a cada instante mi existencia.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Mendiga de cariño y verdugo propio

¿En qué pinche momento tiré mi vida por la borda? ¿En qué pinche momento? ¿Cuándo fue el puto día que pensé que suicidarme moralmente sería una gran idea? Según yo lo haría para resurgir como el ave fénix, pero sólo me quemé y en vez de resrugir muero a cada instante. Todo ocurrió aquel maldito día en que decidí convertirme en una mendigade cariñó, en mi propio verdugo; cuando me di cuella con la soga de la envidia, del reoncor, de la impotencia, de la desesperanza, del orgullo, de la mentira, de la soberbia y de mi más asquerosa forma de reaccionar ante lo que me rodea. Pensé que saldría invicta. Total que más me podía pasar: más soledad no podía haber. Esta pinche gente es nada a mi lado, decía. ¡FALSO! Hoy me he dado cuenta de que todo ha acabado. Que pinche mentira tan grande me pude haber dicho a mi misma. Y no s convirtió en relidad: la única verdad es que "toda esa pinche gente que es nada a mi lado" es mucho mejor que yo porque tiene todo lo que yo no tengo y probablemente nunca tendré. Y no me refiero a cosas materiales, las verdaderas mierdas de la vida, porque ésas finalmente se consiguen. Cuando digo que me da mucha hueva trabajar, ahora me doy cuenta de que tengo hueva de mí. Si trabajo puede que sea una chinga, sí, pero lo material lo consigo a fin de cuentas. ¿En qué trabajo ofrecen como pago amistad, comprensión, perdón, alegría, gratitud y amor? Solamente en la empresa de ser uno mismo, de tener ética, de dar sin esperar recibir, en ser sincero, humilde, en no exaltarse por pendejadas, en no creerse más que nadie, en no envidiar. Pero me doy cuenta demasiado tarde. Ahora sólo reconozco lo poco que me conozco y me valoro. Creí que todo lo hacía porque me quería y no es cierto, la verdad es qye me odio. Cuando le dije a Moisés que lo detestaba es que en realidad me detesto a mí. Cuando le dije a Yesica que ya no quería ser su amiga es que yo no quiero ser mi amiga. Cuando le dije a Oscar que ya no quería saber de él es porque no quiero saber de mí. Cuando le dije a Paris que me dejara en paz es que me quiero dejar en paz a mí. Cuando no le dije al Führer que lo quería es porque no me quiero a mí. Cuando enumero todo lo que me molesta de mi madre enumero todo lo que me molesta de mí. ¿Qué soy entonces? Mi verduga, mi carcelera, mi látigo, mi mentira...mi mierda. Hasta este maldito instante me puedo dar cuenta que los problemas y defectos no están en lo demás, en nadie de los que acabo de mencionar, todo está en mí, todos esos problemas y defectos sólo son míos. Daniel demente, no lo sabes pero hubo un instante en mi vida que me salvaste, que me diste un poco de aire. Daniel demente no me puede dar más aire, pero quien me lo quiera dar será agradecido. Ahora pido limosnas de cariño, amistad y amor. Gracias a todos por leer mis pendejas. Les juró que hoy sí me siento fatal....

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é que saldría invicta. Total que más me podía pasar: más soledad no podía haber. Esta pinche gente es nada a mi lado, decía. ¡FALSO! Hoy me he dado cuenta de que todo ha acabado. Que pinche mentira tan grande me pude haber dicho a mi misma. Y no s convirtió en relidad: la única verdad es que "toda esa pinche gente que es nada a mi lado" es mucho mejor que yo porque tiene todo lo que yo no tengo y probablemente nunca tendré. Y no me refiero a cosas materiales, las verdaderas mierdas de la vida, porque ésas finalmente se consiguen. Cuando digo que me da mucha hueva trabajar, ahora me doy cuenta de que tengo hueva de mí. Si trabajo puede que sea una chinga, sí, pero lo material lo consigo a fin de cuentas. ¿En qué trabajo ofrecen como pago amistad, comprensión, perdón, alegría, gratitud y amor? Solamente en la empresa de ser uno mismo, de tener ética, de dar sin esperar recibir, en ser sincero, humilde, en no exaltarse por pendejadas, en no creerse más que nadie, en no envidiar. Pero me doy cuenta demasiado tarde. Ahora sólo reconozco lo poco que me conozco y me valoro. Creí que todo lo hacía porque me quería y no es cierto, la verdad es qye me odio. Cuando le dije a Moisés que lo detestaba es que en realidad me detesto a mí. Cuando le dije a Yesica que ya no quería ser su amiga es que yo no quiero ser mi amiga. Cuando le dije a Oscar que ya no quería saber de él es porque no quiero saber de mí. Cuando le dije a Paris que me dejara en paz es que me quiero dejar en paz a mí. Cuando no le dije al Führer que lo quería es porque no me quiero a mí. Cuando enumero todo lo que me molesta de mi madre enumero todo lo que me molesta de mí. ¿Qué soy entonces? Mi verduga, mi carcelera, mi látigo, mi mentira...mi mierda. Hasta este maldito instante me puedo dar cuenta que los problemas y defectos no están en lo demás, en nadie de los que acabo de mencionar, todo está en mí, todos esos problemas y defectos sólo son míos. Daniel demente, no lo sabes pero hubo un instante en mi vida que me salvaste, que me diste un poco de aire. Daniel demente no me puede dar más aire, pero quien me lo quiera dar será agradecido. Ahora pido limosnas de cariño, amistad y amor. Gracias a todos por leer mis pendejas. Les juró que hoy sí me siento fatal....