Quiero escribir algo erótico y no se de donde tomar inspiración. Recordar mis pocas experiencias no es una idea genial para este próposito. Si me remito a mi imaginación tal vez encuentre algo que valga la pena. Recordar amores imposibles, fantasías exitantes y una que otra realidad puede ayudar. Aunque ahora que lo pienso, no es necesariamente erótico lo que ahora quiero expresar. ¿Y qué quiero expresar? Buena pregunta. Cuando no puedo escribir me vienen mil ideas a la mente, y frente a la hoja ninguna. ¡Maldito trauma de la hoja en blanco! Y es que lo quiero expresar todo, soltar todo, que ya estoy cansada de disfraces que no sé como arrancarme; así como en el sexo, que quitarse la ropa sin pena en 5 min es muy fácil, pero la ropa mental puede no quitarse nunca. Haciendo esa analogía puedo decir mentalmente no traigo ropa, sino armaduras. ¡Pinches armaduras! ¡Que se vayan a la mierda y que me dejen desnudarme en paz! Carajo, que por eso soy como soy, así de patética, de aburrida. Joder, que mi propia vida me da una pinche hueva… Tuve que interrumpir un rato la escritura para encontrar inspiración y sólo me vino a la mente un delirio-realista, de los múltiples que tengo. Me gustaría ser como allí, pero no es así, aunque aún no es tarde. Siempre he querido sufrir una metamorfosis durante una noche en la que tenga el mejor sueño de todos. Pero no llega ni el sueño ni el verdadero despertar a la vida. Creo que por arte de magia no sucederá. Relatar mis frustaciones es un comienzo. Volviendo al relato erótico, sólo puedo decir que verdaderamente me arrepiento de no haberlo llevado a cabo en la realidad pese a las oportunidades, todo por pinches miedos que por supuesto ya estoy eliminando. Que se largen a la chingada de una vez por todas. Mi gran próposito existencial, aparte de ser una gran periodista y escritora (como ya lo soy jajajajaja, ¿y luego…?)es coger con todos los hombres lindos que se me aparezcan en el camino. También con algunas chicas lindas. Ojalá algún día tenga los huevos de decirle a esa chiquilla precisosa que me encanta. Y no crean que sólo pienso en sexo: al amor siempre lo tengo presente. Luis Carlos no dejará de ser mi gran amor imposible, a quien invoco a cada momento para al menos decirselo directamente. Y ojalá también algún día también me tope con Baldemar para que siquiera sepa que todo un semestre mi inspiró. Y que Alex esté dispuesto a amarme de nuevo y sin miedo. Pero sin duda el amor más lindo que he sentido es hacia Daniel alias Sabinas Demente. Ese poeta loco y solitario me robó el corazón en un instante, y no sólo éso, también cambió mi vida. En un novela que leí recientemente decía que si un segundo es suficiente para morirse por qué no va a serlo para cambiar la vida. Sin duda Daniel me cambió todo en un segundo. Y si sigo con la lista de mis prospectos subliminales no terminaré, lo que si espero es que la vida me alcance para hacer el amor por lo menos una vez con todos. Desde hoy dejo de ser atea para rezarle a Dioniso. Bueno más que rezarle venerarlo, porque es único pinche dios que si cumple: no promete que todo sea perfecto, pero asegura el sexo placentero y la diversión, y si no tenemos éso, ¿entonces para qué chingados llamarnos seres humanos? Todos somos buenos y malos a la vez, pero a todos nos gusta el sexo. No entiendo porque tanta gente se empeña todavía en negarlo. Me parece increíble que los actuales cincuentones y sesentones ahora se espanten de todo cuando en su juventud bien que le pusieron. Ojalá que nuestra generación no se vuelva así, al contrario, que termine inteligentemente aquellas luchas sociales de los años sesenta y setenta, con una ética verdaderamente humana y no moralinas pendejas. Desde ahora adiós pinches armaduras, bienvenida la desnudez total. |
sábado, 27 de octubre de 2007
Desnudez total
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